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Para entender la función emotiva o expresiva del lenguaje, primero debemos comprender que el lenguaje es una herramienta de comunicación que nos permite transmitir información, ideas y emociones.
En este artículo, nos enfocaremos en la función emotiva o expresiva, que es una de las seis funciones del lenguaje identificadas por el lingüista y fonólogo ruso Roman Jakobson. Esta función se centra en el emisor del mensaje y permite la comunicación de sus emociones, deseos y estados de ánimo.
¿Te gustaría conocer más sobre esta función y ver ejemplos de cómo se aplica en la comunicación diaria? ¡Sigue leyendo!
La función emotiva o expresiva: una forma de revelar nuestra interioridad
La función emotiva o expresiva del lenguaje, también conocida como función sintomática, se centra en el emisor del mensaje y su objetivo principal es comunicar sus sentimientos, deseos o estados de ánimo.
A diferencia de otras funciones del lenguaje que buscan describir una realidad objetiva o transmitir información, la función emotiva o expresiva se enfoca en expresar la realidad interna del emisor.
Características de la función emotiva o expresiva
Esta función del lenguaje suele manifestarse a través de oraciones exclamativas, preguntas retóricas o expresiones sarcásticas, y generalmente se utiliza en primera persona.
Sin embargo, también puede tener un componente referencial, es decir, que se relaciona con eventos reales y concretos, pero siempre predomina la intención expresiva del emisor.
Función emotiva o expresiva ejemplos: cómo se manifiesta en la comunicación
La función emotiva o expresiva del lenguaje puede manifestarse de diversas maneras en nuestra comunicación diaria.
A continuación, te presentamos una lista de 30 ejemplos que demuestran cómo se aplica esta función en diferentes contextos:
- ¡Qué alegría verte!
- ¡Estoy tan emocionado por ese concierto!
- ¿Por qué siempre me pasa esto a mí?
- ¡No puedo creer que haya ganado!
- ¡Qué hermoso atardecer!
- ¡Ay, me duele la cabeza!
- ¡Qué calor hace hoy!
- ¡Ojalá pudiera ir contigo de vacaciones!
- ¡No soporto esta situación!
- ¡Estoy exhausto después de ese entrenamiento!
- ¡Me encanta este libro!
- ¡No puedo esperar más para ver esa película!
- ¡Estoy tan orgulloso de ti!
- ¡Qué delicioso está este pastel!
- ¡Extraño tanto a mi familia!
- ¡Estoy nervioso por la entrevista de trabajo!
- ¡No aguanto más este tráfico!
- ¡Qué bonito es este lugar!
- ¡Estoy tan agradecido por tu ayuda!
- ¡Me da miedo esa película de terror!
- ¡No puedo dejar de pensar en ti!
- ¡Estoy tan enojado con mi jefe!
- ¡Qué risa me da esa broma!
- ¡Me siento tan triste por su pérdida!
- ¡Estoy ansioso por el resultado del examen!
- ¡No soporto el frío!
- ¡Qué más quisiera yo que poder acompañarte!
- ¡Me encantaría viajar por el mundo!
- ¡Estoy tan frustrado con este proyecto!
- ¡Qué sorpresa encontrarte aquí!
Estos ejemplos demuestran cómo la función emotiva o expresiva del lenguaje nos permite expresar nuestras emociones y estados de ánimo de manera efectiva en nuestras interacciones cotidianas.
Conocer y aplicar correctamente esta función del lenguaje es crucial para lograr una comunicación efectiva y emocionalmente inteligente.