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¿Te has preguntado alguna vez el origen y el arte detrás de las calaveras literarias escritas? Este artículo sumerge al lector en el fascinante mundo de las calaveras literarias, revelando sus secretos, técnicas y belleza.
Sigue leyendo y descubre cómo escribir la tuya y sorprender a tus seres queridos en el Día de los Muertos.
Características de las Calaveras Literarias Escritas
Estas singulares rimas tienen particularidades que las distinguen y las hacen especiales. Vamos a explorarlas.
- La rima es esencial. Generalmente son versos que riman entre sí, dándoles un tono juguetón.
- Son cortas y concisas, idealmente no más de cuatro o cinco versos.
- Humorísticas en naturaleza, pese a tratar el tema de la muerte.
- Reflejan aspectos de la vida cotidiana o rasgos de la persona a la que se dedican.
- Usualmente se escriben para personas aún vivas, como una forma juguetona de recordar la efímera naturaleza de la vida.
Cómo escribir una buena Calavera corta Literaria paso a paso
A continuación, te guiaré en un recorrido paso a paso para que puedas componer tu propia calavera literaria.
- Elige a la persona o tema sobre el que escribirás.
- Identifica rasgos característicos o anécdotas relevantes de la persona o tema.
- Esboza un borrador inicial, no te preocupes por la rima en esta etapa.
- Revisa y refina tus versos, asegurándote de incluir la rima.
- Introduce el elemento de la muerte de manera juguetona y amigable.
- Finaliza con una moraleja o un toque humorístico.
Diferentes tipos de Calaveras Literarias Escritas para el día de los muertos
Existen variaciones dentro de las calaveras literarias dependiendo de su enfoque y estilo:
- Calaveras a amigos: Centradas en amistades y relaciones cercanas.
- Calaveras literarias cortas: Breves y directas, ideales para mensajes rápidos o tarjetas.
- Calaveras para maestros o figuras de autoridad: Donde se resalta, con humor, su rol en la comunidad o familia.
Ejemplos de Calaveras Literarias Escritas
Ejemplo de Calaveritas Literarias para Maestros de Matemáticas
Para aquellos que buscan inspirarse y dedicar versos a los educadores de las cifras, aquí les presento un ejemplo práctico de calaveritas literarias para maestros de matemáticas:
- En la escuela Juan estudia,
pero la muerte un día lo espía,
le dice «no estudies más,
ven conmigo a bailar». - Marta en la cocina siempre se halla,
un día la muerte con ella baila,
«te traigo un postre»,
le dice riendo,
«un esqueleto relleno de viento». - Carlos va al parque a pasear,
la muerte lo sigue sin cesar,
«juguemos al fútbol»,
dice sin tardar,
y Carlos con un gol la hace volar. - A Sofía le gusta el teatro,
pero la muerte la sorprende en el acto,
«no te asustes»,
le dice al oído,
«solo vengo a aplaudir tu sonido». - Raúl en la biblioteca lee sin parar,
la muerte a su lado se sienta a charlar,
«ven conmigo»,
le dice susurrando,
«tengo muchos libros esperando». - Camila canta con pasión y fervor,
la muerte se acerca con amor,
«tu voz me encanta»,
le dice con cariño,
«ven y canta en mi caminito». - Fernando en la playa toma el sol,
la muerte aparece sin dar razón,
«no te asustes»,
le dice sonriente,
«sólo vengo a broncearme un instante». - A Carmen le encanta bailar,
la muerte la invita sin dudar,
«juntas haremos un gran dueto»,
dice bailando un jarabe tapatío con esqueleto. - Manuel juega videojuegos sin cesar,
la muerte llega a su cuarto a chatear,
tengo un juego nuevo,
dice sonriendo,
«es un viaje al otro mundo,
sin regreso». - José en su bici siempre va rápido,
pero la muerte lo sigue de cerca,
y le grita,
«¡espera,
también quiero pasear!». - Luisa cose vestidos sin parar,
la muerte se acerca a observar,
«hazme uno a la medida»,
dice,
«quiero lucir hermosa en la otra vida». - A David le encanta nadar,
un día en la piscina la muerte lo fue a hallar,
«enséñame ese clavado»,
le pidió,
«quiero lucir elegante en el más allá,
¿sabes?». - Rosa pinta paisajes en el parque,
la muerte se sienta a su lado y le dice «dibuja mi retrato,
pero que sea de arte». - Javier toca el violín,
la muerte se acerca feliz,
«toca una melodía»,
le pide,
«quiero escuchar una serenata antes de irme». - Lorena hornea pasteles todo el día,
la muerte se le aparece y le dice «quiero uno de chocolate,
para llevar a la tumba,
si me hacía». - Mario enseña matemáticas con pasión,
la muerte aparece con una operación,
«resuelve este acertijo»,
le reta,
«si lo logras,
te regalo otra fiesta». - Gloria cultiva flores en su jardín,
la muerte se acerca y le pide un clavel,
«para adornar mi tumba»,
dice sonriendo,
«y recordar la belleza de este papel». - Roberto escribe poemas en el café,
la muerte lee uno y dice «este me llevare,
para recitarlo en el más allá,
¿qué te parece?». - Alicia practica yoga al amanecer,
la muerte se estira a su lado y le dice «enséñame esa postura,
quiero relajarme antes de desaparecer». - Miguel toca la guitarra en la plaza,
la muerte se le une con una maraca,
«hagamos música juntos»,
propone,
«seremos el dúo perfecto,
¿no te asombras?».
Las calaveritas escritas son un reflejo de nuestra cultura y tradición, combinando humor, respeto y creatividad en versos que celebran la vida y la muerte. Atrévete a escribir la tuya y mantén viva esta hermosa tradición. Recuerda que con cada rima, cada verso, estás contribuyendo a que esta tradición continúe para las futuras generaciones. ¡Feliz Día de los Muertos!